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Técnica de cirugía de columna posterior y errores segmentarios quirúrgicos

Los errores quirúrgicos del paciente y del sitio son graves y se pueden prevenir. Según la Comisión Conjunta de Acreditación de Organizaciones de Atención Médica, estos errores se pueden cometer hasta en el 41% de las cirugías ortopédicas y pediátricas. Para la cirugía de columna, se produce un error en el sitio quirúrgico cuando un segmento vertebral o una lateralización son incorrectos. Además de no abordar los síntomas y la patología del paciente, los errores segmentarios pueden provocar nuevos problemas médicos, como la degeneración acelerada del disco o la inestabilidad de la columna en segmentos que de otro modo serían asintomáticos o normales.

También existen cuestiones legales asociadas con errores segmentarios en la cirugía de columna, y el público, las agencias gubernamentales, los hospitales y las sociedades de cirujanos tienen tolerancia cero con dichos errores. Muchas cirugías de columna, como discectomía, fusión, laminectomía, descompresión y cifoplastia, se realizan mediante un abordaje posterior y la posición adecuada es importante. A pesar de la tecnología de imagen actual, todavía se producen errores segmentarios, con tasas de incidencia que oscilan entre el 0,032% y el 15% reportadas en la literatura. No hay ninguna conclusión sobre qué método de localización es más preciso.

Académicos del Departamento de Cirugía Ortopédica de la Facultad de Medicina Mount Sinai, EE. UU., realizaron un estudio de cuestionario en línea que sugiere que la gran mayoría de los cirujanos de columna utilizan sólo unos pocos métodos de localización, y que la aclaración de las causas habituales de error puede ser eficaz para reducir los errores segmentarios quirúrgicos, en un artículo publicado en mayo de 2014 en Spine J. El estudio se realizó mediante un cuestionario enviado por correo electrónico. El estudio se realizó mediante un enlace enviado por correo electrónico a un cuestionario enviado a miembros de la Sociedad Norteamericana de Columna Vertebral (incluidos cirujanos ortopédicos y neurocirujanos). El cuestionario se envió una sola vez, según lo recomendado por la Sociedad Norteamericana de Columna Vertebral. Un total de 2.338 médicos lo recibieron, 532 abrieron el enlace y 173 (tasa de respuesta del 7,4%) completaron el cuestionario. El setenta y dos por ciento de los que completaron eran cirujanos ortopédicos, el 28% eran neurocirujanos y el 73% eran médicos de columna en formación.

El cuestionario constaba de un total de 8 preguntas (Fig. 1) que cubrían los métodos de localización más utilizados (tanto de puntos de referencia anatómicos como de localización por imágenes), la incidencia de errores segmentarios quirúrgicos y la asociación entre los métodos de localización y los errores segmentarios. El cuestionario no fue probado ni validado. El cuestionario permite múltiples opciones de respuesta.

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Figura 1 Ocho preguntas del cuestionario. Los resultados mostraron que la fluoroscopia intraoperatoria fue el método de localización más utilizado para la cirugía de la columna torácica y lumbar posterior (89% y 86%, respectivamente), seguido de las radiografías (54% y 58%, respectivamente). 76 médicos optaron por utilizar una combinación de ambos métodos para la localización. Las apófisis espinosas y los pedículos correspondientes fueron los puntos de referencia anatómicos más utilizados para la cirugía de la columna torácica y lumbar (67% y 59%), seguidos de las apófisis espinosas (49% y 52%) (Fig. 2). El 68% de los médicos admitió haber cometido errores de localización segmentaria en su práctica, algunos de los cuales fueron corregidos intraoperatoriamente (Fig. 3).

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Fig. 2 Métodos de imagen y localización de puntos anatómicos utilizados.

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Fig. 3 Corrección médica y intraoperatoria de errores del segmento quirúrgico.

Para los errores de localización, el 56% de estos médicos utilizaron radiografías preoperatorias y el 44% utilizaron fluoroscopia intraoperatoria. Las razones habituales de los errores de posicionamiento preoperatorio fueron la imposibilidad de visualizar un punto de referencia conocido (p. ej., la columna sacra no se incluyó en la resonancia magnética), variaciones anatómicas (vértebras lumbares desplazadas o costillas de 13 raíces) y ambigüedades segmentarias debido a la condición física del paciente. condición (visualización de rayos X subóptima). Las causas comunes de errores de posicionamiento intraoperatorio incluyen comunicación inadecuada con el fluoroscopista, falla en el reposicionamiento después del posicionamiento (movimiento de la aguja de posicionamiento después de la fluoroscopia) y puntos de referencia incorrectos durante el posicionamiento (3/4 lumbar desde las costillas hacia abajo) (Figura 4).

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Fig. 4 Motivos de los errores de localización preoperatorios e intraoperatorios.

Los resultados anteriores muestran que, aunque existen muchos métodos de localización, la gran mayoría de los cirujanos utilizan sólo unos pocos de ellos. Aunque los errores segmentarios quirúrgicos son raros, lo ideal es que estén ausentes. No existe una forma estándar de eliminar estos errores; sin embargo, tomarse el tiempo para realizar el posicionamiento e identificar las causas habituales de los errores de posicionamiento puede ayudar a reducir la incidencia de errores segmentarios quirúrgicos en la columna toracolumbar.


Hora de publicación: 24 de julio de 2024